Descripción
Cuando era pequeña, vivía en un pueblo, uno muy pequeñito al sur de Granada.
Mi familia vivía en aquel tiempo del campo, y los fines de semana y cada tarde, me llevaban allí, mientras ellos trabajaban yo jugaba con piedras o cogía lagartijas con mi hermano. Desde mi casa hasta el invernadero había una distancia de un kilometro mas o menos, no sabría decirlo exactamente, con esa edad no conocía ciertas formas de medir y ahora que si las conozco, no he vuelto a andar ese camino.
No era un trayecto muy divertido ni bucólico, no andábamos entre cerezos en flor, ni atravesábamos ningún campo de amapolas, el campo tiene esa parte bonita, pero la realidad se parece poco a una foto de pinterest.
Durante el trayecto a pie, recuerdo perfectamente ir con las manos metidas en los bolsillos de la chaqueta, y jugar a que cada una era un muñequito.
Cada una en su pequeña casa que eran mis bolsillos.
Jugaba con ellas a que las protegía del viento y de la lluvia.
Inventaba miles de historias, en ese camino que me conocía de memoria, y todas esas aventuras las vivían dentro de mi bolsillo, porque una vez salían volvían a ser simples manos.
Pues en ese trayecto que hacía cada tarde y cada fin de semana, y que me aburría soberanamente, “inventé” sin saberlo, las pocket dolls.
Conejito pequeño, mas bolsito, cada uno lleva un vestido de algodón sin tratar. Nube lleva una nube bordada, Arcoiris un arcoiris, y Sol un sol.
Pronto habrá disponibles mas vestiditos y complementos en la tienda.
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